El Cese al Fuego. Anuncio insuficiente
El anuncio de un cese unilateral de acciones ofensivas por cortos días de elecciones por parte del ELN, entre el 10 y 13 de marzo, puede terminar siendo algo intrascendente. La declaratoria de cese indica, sin embargo, un imaginario político de este grupo armado centrado en la voluntad de guerra, mientras a su vez busca sostener un espacio de diálogo con un gobierno que está cerrando su gestión institucional.
El “gesto” que hace el ELN está muy en función de la interlocución con el gobierno en la lógica de sostener las posiciones de fuerza; quiere mantener el pulso del conflicto a través de los diálogos de paz; sin embargo, el mensaje para la sociedad en un momento tan sensible como las elecciones, puede terminar siendo contradictorio, incluso puede ahogar las esperanzas de paz, auspiciando las expectativas de guerra en vez de promover la salida política al conflicto.
Mucho se ha cuestionado la capacidad política que tiene el ELN para interpretar e interpelar la opinión pública; por momentos se siente que sus líderes consideran que todo lo que hay que decir de los procesos de opinión es que están manejados por unas minorías, si eso es así, olvidan ellos que en las sociedades contemporáneas es ese un escenario donde se tramitan los proyectos colectivos y se definen rumbos sociales. Desde los contextos urbanos de vida, por momentos se siente que los miembros del ELN van más por el camino de la guerra que de la salida política negociada, ojalá rectifiquen para evitar más dramas humanitarios y de victimización de la población civil.